Después de la tecnológica y ordenada Singapur nos esperaba la contracara pero no menos espectacular Hanoi.
Con un calor agobiante aterrizamos en la capital de Vietnam, bajamos del avión y ya dentro del sobrio aeropuerto nos esperaban largas filas para hacer migraciones. Había filas para locales, diplomáticos y extranjeros. Nos causó curiosidad y algo de distancia que los militares -cuasi robots- hacían pasar a la gente sin saludarla. Sólo tomaban el pasaporte, controlaban la visa, devolvían el pasaporte y hacían un gesto para que salgas del lugar inmediatamente y llamar al siguiente. La fila que nos tocó era interminable y con una lentitud extrema. Allí los minutos son más largos, seguro.
Por fin nos tocó pasar. La chica que nos atendió nos pidió los pasaportes, los miró y empezó a hacer que no con la cabeza (gesto universal). Llamó al encargado del enorme y blanco hall de migraciones. Se acercó un tipo bastante reacio que nos pidió que lo acompañemos donde se hacen los visados en el momento. A todo esto Ale ya le había preguntado si había algún problema y el tipo no emitía signo vital alguno. Llegamos hasta el mostrador y otro oficial repite el gesto de negación y señala una letra que hay en el visado marcando un supuesto error. Ante la situación la alternativa sudamericana era preparar la billetera. No hizo falta ya que el buen hombre, tachó la letra incorrecta, la corrigió, selló, firmó y llegó el alivio.
Una vez fuera del aeropuerto fuimos hasta una combi donde nos dijeron que el viaje desde el aeropuerto hasta el hotel salía usd 5 por persona, nos subimos y el chofer nos dijo que esperemos, que tenía que llenar el vehículo para salir. En síntesis, esperamos 40 minutos hasta que negociamos con dos indios para ir en taxi hasta el hotel que les recomendamos sin conocer, gracias a la magia de Tripadvisor. El tipo de la combi ni se inmutó de nuestra huída.
Cerca de 30 kms separan al aeropuerto del 3B Hotel. En la mayor parte del trayecto vimos zonas rurales trabajadas por personas sin máquina alguna. Fue como ver un documental de hace décadas: todos con los típicos sombreros en forma de cono achatado y remeras de manga larga para protegerse del sol. A eso súmenle barbijos, los mismos que tienen los motoqueros vietnamitas. La contaminación en Hanoi se puede ver como una nube espesa que hace borroso el horizonte.
Llegamos al barrio antiguo de la ciudad y en el hotel nos estaban esperando con limonada fría. Mientras tanto esperamos que terminen la habitación. Algo curioso: las cinco personas que trabajan en el hotel tienen la voz «finita», y a veces parece que te estuvieran cargando hasta que te das cuenta que hablan siempre así. Luego de la refrescante espera nos tomaron los datos y la chica de la recepción nos acompañó hasta la habitación, abrió la puerta y nos señaló la cama donde había dos cisnes hechos con toallas al compás de «happy honey moon». Agradecimos y nos miramos con Ale. No nos acordábamos que en la catarata de mails dijimos que era nuestra luna de miel…todo sea por conseguir mejores tarifas…
Así nos recibieron en el Hotel 3B
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Fuimos dar una vuelta y nos encontramos con el principio del caos: los semáforos escasean en Hanoi donde las motos abundan. Entonces si querés cruzar la calle, cerrá los ojos, no mires para los costados y mandáte, así funciona la cosa, te esquivan y listo. Al principio es vertiginoso, después uno se acostumbra y siente que cruzar la calle es un desafío. Lo complicado es tratar de caminar por la vereda donde son más importantes los scooters que las personas.
La vida de la capital vietnamita pasa por la calle donde la venta ambulante es la que manda. Los negocios, por lo general, tienen casas arriba donde vive la gente que trabaja abajo. Casi no hay separación física entre casa y lugar de trabajo. Salubridad e higiene, bien, gracias. Las condiciones de limpieza en general son flojas teniendo en cuenta nuestros estándares. Antes de empezar el viaje decíamos que íbamos a probar todo. Frente a la señora, en cuclillas, que prepara el Poh (sopa vietnamita, parte del desayuno, a base de fideos y pollo) lo pensás dos veces.
Ya eran las 6 de la tarde, no habíamos almorzado y nos «picaba el bagre». Fuimos hasta un restaurant medio pelo de comida local y pedimos arroz con pollo y una cerveza Tiger grande. Hacía tanto calor que había ventiladores en la vereda. El resultado de la experiencia gastronómica: un plato delicioso y a buen precio: usd 6 en total.
Por la noche fuimos a recorrer el pintoresco mercado donde encontramos ropa de baja calidad, artesanías, zapatillas y comida callejera. Una de las calles principales se hace peatonal, igual las motos se meten y complican el paso. Las veredas además de motos están llenas de mesas y sillas diminutas donde se juntan a tomar la cerveza más barata del mundo: dos cervezas tiradas a menos de 2 pesos argentinos. Unas vueltas más y nos fuimos a dormir temprano.
Mercado de Don Xuang
Después de la excursión a Halong bay hicimos las visitas obligadas a la ciudad: el mausoleo de Ho Chi Minh, donde estuvimos dos horas para ver 20 segundos el cuerpo embalsamado del que fue líder y ahora ícono de Vietnam. En el medio probamos el café de huevo, exquisito café con huevo batido similar en su consistencia a la leche condensada. Luego pasamos por el Templo de la Literatura y el Museo de Historia Militar de Vietnam.
Halong Bay
7am arriba para desayunar y cargar pilas para ir a una de las nuevas maravillas naturales del mundo desde 2011.
Situada a 170kms al este de Hanoi y a 400kms de la frontera con China este conjunto de 1600 islas e islotes tiene su interesante leyenda. Dicen que el emperador de Jade mandó dragones celestiales a defender su tierra de invasores chinos. Los dragones para defenderse escupieron joyas que formaron la geografía de la bahía. De ahí su nombre, Ha Long o dragón descendiente.
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Después de un viaje de 3hs llegamos a la bahía donde nos esperaba una lancha que nos llevó al crucero Garden Bay, donde nos recibieron con una lluvia de pétalos de rosas, literal. Con nosotros había un grupo de franceses, con un promedio de 60 años, muy sociables y con muchas ganas de hablar de fútbol. Messi a veces sirve para romper el hielo.
Llegamos para el almuerzo y al ver el menú nos dimos cuenta que era más finoli de lo que pensábamos. Ostras, langostinos, pesca local y cangrejo fueron algunos de los platos. Terminamos de comer y fuimos a hacer kayak. Alcanzaron dos minutos de descanso -entre remada y remada- para que los franceses me cargaran el resto del crucero. Encima la guía «sin códigos» me gritó adelante de todos que tenía los remos al revés.
Uno de los empleados del barco tenía una regla memotécnica donde asociaba a los pasajeros con famosos u objetos. Por ejemplo, a mi cada vez que me veía me cargaba y me decía «Messi námbe tú (número dos)» aclarando que el mejor era Cristiano Ronaldo. La «peor» parte se la llevaron dos franceses que los asociaba a whisky y cerveza cada vez que los veía.
¿Qué hacer en Halong Bay? Las actividades de la excursión incluyeron visitas a diferentes cavernas, miradores, playas, clase de cocina donde debo decir que Ale se lució haciendo arrolladitos con papel de arroz. El último día nos enseñaron a hacer figuras con frutas donde fui espectador ya que mi motricidad fina no va con esas prácticas y que podría haber hecho un desastre culinario. Ale se defendió bastante bien.
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Durante la cena se me ocurrió preguntar si una ensalada de papaya era picante. Para qué?, la encargada del comedor empezó a repetir «no epaizi, no epaizi, e litel bit epaizi» (no es picante, es poco picante) unas treinta veces, sin exagerar. Son esos momentos en los que querés que se abra la tierra. Después del episodio llegó el encargado del crucero para decirnos que teníamos dos bebidas gratis por la luna de miel (ya habíamos inventado fecha de casorio por si nos preguntaban). Otros de los beneficios de los mieleros: habitación con vista al océano y un ramo de rosas.
En fin, el crucero por Halong bay nos pareció alucinante. Estar dentro de una postal y que te traten como lo hicieron va a quedar grabado en nuestras retinas y en nuestros corazones.
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Actualizado en julio 2017.
7 comentarios
Dolores
Que duración tenía el crucero?
Buen dato el de inventar luna de miel jaja
Gracias!
ahivamos
Hola Dolores! El crucero duró 3 días y dos noches. También está la opción de hacerlo por dos días y una noche. Jajaja sí, lo de la luna de miel fue una broma que salió bien! 🙂
Excelente info!! Muy útil, muchas gracias! Voy con mi novio y nos encantaría hacer excursiones en halong bay. Puede preguntarte cómo la contrataron? Muchas gracias.
ahivamos
Hola Natalia! Gracias por visitar el blog! La excursion de Halong Bay la contratamos en el hotel Hanoi 3B. Cuando reservamos les mandamos un mail para que que nos digan las opciones de cruceros. Elegimos el Garden Bay y pagamos un porcentaje con tarjeta y la diferencia cuando llegamos a Hanoi.
En el posteo están los enlaces afiliados para que puedas consultar los precios del Crucero y del Hotel 3B.
Muy buen viaje!!!
Que duración tenía el crucero?
Buen dato el de inventar luna de miel jaja
Gracias!
Hola Dolores! El crucero duró 3 días y dos noches. También está la opción de hacerlo por dos días y una noche. Jajaja sí, lo de la luna de miel fue una broma que salió bien! 🙂
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Excelente info!! Muy útil, muchas gracias! Voy con mi novio y nos encantaría hacer excursiones en halong bay. Puede preguntarte cómo la contrataron? Muchas gracias.
Hola Natalia! Gracias por visitar el blog! La excursion de Halong Bay la contratamos en el hotel Hanoi 3B. Cuando reservamos les mandamos un mail para que que nos digan las opciones de cruceros. Elegimos el Garden Bay y pagamos un porcentaje con tarjeta y la diferencia cuando llegamos a Hanoi.
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Muy buen viaje!!!
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