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Barrios de Berlín: Kreuzberg y Friedrichshain

Barrios de Berlín: Kreuzberg y Friedrichshain

Con un frio que nos helaba el cuerpo, recorrimos el barrio turco Kreuzberg y Friedrichshain terminando en la East Side Galery. En este post mostramos los famosos grafitties de los barrios de Berlín y su arte urbano combinados con tips gastronómicos muy valiosos!

Listos para otro día de gira empezamos bien temprano en el Museo del Ministerio para la Seguridad del Estado (STASI), la policía secreta del Partido Socialista Unificado Alemán. La perla es el piso del edificio desde donde gobernaba Erich Mielke, jefe de la STASI. Todo está perfectamente conservado, entrar allí es volver atrás en el tiempo y esto superó todo lo que vimos en las vidrieras del museo.

Después del mundo STASI nos metimos en las entrañas de la ciudad. La capital alemana tiene barrios característicos y hay algunos que sobresalen. ¿Qué mejor manera de conocer los barrios si no es a pie? El tour comienza en Alexander Platz para movernos rápidamente en metro al sureste de Berlín, Kreuzberg, el barrio turco. Conocido como la Pequeña Estambul Kreuzberg fue un barrio que en la década del 60 fue testigo de numerosas protestas de obreros y estudiantes. Hoy más tranquilo un 40% de la población es de origen turco, la minoría más numerosa de Alemania.

Juan fue nuestro guía, el mismo que nos sumergió en Sachsenhausen. Esta vez algo más descontracturado ya que el contexto daba para soltarse. Suelto pero con mucha información Juan nos metió de lleno en dos de los barrios más característicos de la capital alemana.

Kreuzberg, el barrio turco

Kreuzberg invita a sumergirse en su historia, cultura, música y gastronomía. Restaurantes, locales de ropa típica y el pintoresco mercado llama a gastar suelas y meterse por sus calles. Los turcos regentean los comercios desde adentro y a veces desde la vereda. Saborear un kebab en Kreuzberg es un lujo ya que aquí nació este exquisito bocadillo. Una recomendación: el restaurante Hasir, hoy una franquicia con decenas de locales que empezó con un sucucho donde entraban seis personas. Otro rubro y sólo para valientes: meterse en una peluquería turca donde el corte sale 10 euros, tardan 5 minutos y salís con un raro peinado nuevo.

A orillas del  canal Landwehrkanal, nos recibió con granizo y olor a especias el Türkische Markt (Mercado turco) que se celebra todos los martes y viernes. Este mercado al aire libre no abre, se celebra y es una verdadera fiesta para los sentidos donde se consiguen desde telas, víveres, frutas, verduras y hasta las más deliciosas comidas turcas. Recomendamos el gözleme (crepe) relleno con acelga.

En el mercado hay vendedores turcos y alemanes, y la diferencia de sus movimientos es notable. Los turcos están siempre a los gritos tratando de atraer clientes y se les puede regatear –más llegando al horario de cierre del mercado, por lo general no quieren volverse a sus casas con mercadería-. Un vendedor alemán jamás va a ponerse a negociar un precio, si un cartel dice que la miel vale dos euros son dos euros y punto. Además, nunca va a gritar para vender, puede que no haya vendido nada pero él allí está, esperando sin prisa al cliente.

Kreuzberg también es conocido por su amplia oferta cultural y contracultural. Künstlerhaus Bethanien, un antiguo hospital (1847) concentra parte de esta oferta. Arquitectónicamente hermoso y reciclado por los ocupas luego de su cierre fue reconvertido en centro artístico-cultural. Tiene una agenda que invita a talleres de teatro, exposiciones y conciertos. Perderse por sus pasillos es más que recomendable. Lo malo: Si te perdés mucho el tour se termina ahí.

Friedrichshain

Después de caminar por la Pequeña Estambul y con un frío cada vez más intenso –mezclado con llovizna- fuimos hasta el barrio Friedrichshain, uno de los más jóvenes de Berlín. A la par del río Spree y con la torre de televisión de fondo –es como la Torre Eiffel alemana, siempre está- llegamos al puente de Oberbaum (1896). Neogótico, rojizo y de 124 metros de largo, para algunos el puente más bonito de Berlín –hay más de  1700 en la ciudad- y su belleza nos preparó mentalmente para recibir uno de los íconos de la ciudad. La East Side Gallery, 1.3 kms convertidos en galería por decenas de artistas de todo el mundo.

Llegamos al final del tour y después de haber soportado frío, granizo, viento y llovizna –todo compensado con el tour- era tiempo de disfrutar de la mejor hamburguesa de Berlín. Sí, en el país de las mejores salchichas del planeta se destaca una pequeña hamburguesería Acá va el dato: Burgermeister, Oberbaumstrasse 8. Un puesto callejero ubicado bajo las vías del S-Bahn que si te dejás llevar por las apariencias lo más probable es que sigas de largo. Con el estómago caliente y las narices frías terminábamos otro día más en Berlín con una manera interesante de conocer la ciudad, a través de algunos de sus barrios más pintorescos.

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