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Dresde en un día: ¿vale la pena visitarlo?

Dresde en un día: ¿vale la pena visitarlo?

Dejamos atrás Berlín. La idea principal era ir a Praga, pero decidimos hacer una parada en Dresden, una ciudad destruida durante la Segunda Guerra Mundial y reconstruida con su encantador estilo barroco. En este post te contamos todo lo que se puede hacer en un día en Dresden y si realmente vale la pena visitarla.

🚆 Cómo llegar a Dresden desde Berlín o Praga

Dresde se encuentra estratégicamente ubicada entre Berlín y Praga, lo que la convierte en una parada ideal en un itinerario por Europa Central.

✈️ En tren

La forma más cómoda de llegar a Dresde es en tren. Desde Berlín, el viaje dura aproximadamente 2 horas y desde Praga unas 2 horas y 30 minutos. Recomendamos consultar horarios y comprar billetes aquí para asegurarte la mejor tarifa.

Les recomendamos que lean sobre las ventajas de viajar en tren por Europa y los beneficios del pase Eurail.

🚌 En autobús

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🏨 Mejores hoteles en Dresden

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🗺 Ruta de un día en Dresden: qué ver y hacer

Impregnados de Berlín y con 24hs para hacer una parada intermedia entre la capital alemana y Praga hicimos casi 200kms al sur hasta llegar a Dresden, capital del estado de Sajonia. Ciudad conocida como la Florencia del Elba por su patrimonio cultural y tristemente célebre por ser arrasada durante la Segunda Guerra Mundial, nos cautivó desde que llegamos.

Ahora bien, llegamos a la estación principal de Dresden y caminamos unas diez cuadras hasta el Motel One Zwinger -en Google Maps parecía menos!-, cerca del reconstruído casco histórico en el medio del barrio antiguo. Algo cansados y con frío llegamos temprano, nos registramos y solo había una habitación disponible por lo que hicimos tiempo en una cafetería cercana: café y torta de chocolate no fallan. Después del desayuno express volvimos al hotel, descansamos un rato y salimos al ruedo.

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1. Palacio Zwinger

Lloviznaba y estaba fresco. En circunstancias normales -con más tiempo- hubiésemos combatido la lluvia comiendo y mirándola desde un ventanal. No había tiempo que perder, empezamos por el Palacio Zwingwer (1711), imponente edificio barroco que nos recibió con una violinista que con una sutileza y una calidad admirables ejecutó «O sole mio». Imposible no dejar una colaboración. El palacio que fue un lugar reservado para grandes fiestas de las clases alta es hoy un lugar donde hay una serie de variadas exposiciones, desde cerámica hasta la Galería de Pinturas de los Maestros Antiguos que reúne obra de artistas de la talla de Tiziano, Rafael, El Greco, Rubens, entre otros.

2. Ópera Semper

Como la mayoría de las ciudades emblemáticas europeas Dresden tiene su Ópera. Arquitectónicamente imponente mezcla tres estilos: renacimiento temprano, barroco y griego clásico. Allí se estrenaron obras de Wagner y Strauss.

3. Altstadt: el casco antiguo

Aquí encontrarás la famosa Frauenkirche, el impresionante mural Fürstenzug y el Residenzschloss.

4. Neustadt y Kunsthofpassage

Antes de cruzar el Elba cargamos energías gracias a las salchichas asadas y la cerveza tirada que venden en la calle. Eso sí, el choripanero con guantes de látex. Algo exagerado a nuestro entender.

Del otro lado del Elba se encuentra el barrio nuevo de Dresden, el Neustadt. Pasamos de ver carruajes caza turistas en la ciudad vieja a autos eléctricos en la parte nueva de la ciudad. En medio de la caminata la estatua dorada de Augusto «El fuerte» indica el camino a la nueva Dresden. Caminamos sin rumbo, sólo con el objetivo de alejarnos de la sobredosis del Barroco y nos encontramos con el Kunsthofpassage, pasaje que conecta dos calles principales en el barrio de moda. Son cinco patios de arte temáticos llenos de restaurantes, cafés, galerías y negocios. Lo que más nos llamó la atención fue la fachada de uno de los edificios, llena de tuberías que generan música cada vez que llueve.

Sabíamos que era imposible condensar un pantallazo de Dresden en 24hs. Aún así decidimos que teníamos ganas de disfrutarla, aunque sea a medias. Es la sensación de entrar en una fiesta espectacular y que te digan que se termina en un rato. Con una lista de pendientes abultada y kilómetros recorridos nos despedimos de Dresden viendo nevar desde la cafetería del hotel y esperando el taxi que nos dejaría en la terminal de buses para ir hasta Praga. Quién nos quita lo bailado?

¿Vale la pena ir a Dresden por un dia?

Sí, definitivamente vale la pena visitar Dresde en un día. La ciudad es una joya barroca reconstruida con precisión histórica después de la Segunda Guerra Mundial. Su casco antiguo, con monumentos como el Palacio Zwinger, la Ópera Semper y la Frauenkirche, es impresionante y fácilmente recorrible en unas horas. Además, el barrio de Neustadt ofrece un contraste moderno con arte urbano y cafeterías vibrantes.

Si bien un solo día no es suficiente para verlo todo, Dresde es una parada ideal en el camino entre Berlín y Praga, y con una buena planificación, se puede disfrutar de sus principales atractivos sin prisas.