Estas recomendaciones son a modo de síntesis. Praga es tan espectacular por su historia, arte, arquitectura y gastronomía que la manera que encontramos para no caer en extensos y somníferos posteos fue enumerar lugares interesantes que creemos inevitables e imprescindibles. Claro que Praga da para mucho más y entendemos que no bastan tres días para recorrer la capital checa. Aquí nuestros imperdibles de Praga:
1 – Ciudad vieja y reloj astronómico.
El free tour de White Umbrella puede ser interesante para tener un pantallazo de los imperdibles de la ciudad vieja de Praga. Empezamos en la plaza principal, centro histórico de la ciudad, y después de pararnos en el medio de la plaza -decorada por la extendida Feria de Pascuas-, hicimos un giro 360º y disfrutamos la belleza arquitectónica de la ciudad condensada en tan pocos metros cuadrados: Casa U Minuty, Antiguo Ayuntamiento, Iglesia de San Nicolás, Palacio Golz-Kinsky, Casa de la campana de piedra, Iglesia Nuestra Señora de Tyn y el monumento a Jan Hus. Estos son solo algunos de los atractivos. Sin dudas la estrella es el reloj astronómico medieval (1410).
Cuenta la leyenda que si el reloj funciona bien a Praga le irá bien. Creer o reventar el reloj se detuvo unos meses antes de las inundaciones que provocaron destrozos en la ciudad en 2002. Cada hora cientos de turistas se paran frente al reloj para contemplar la procesión de los apóstoles, ritual que dura poco más de un minuto donde el reloj “cobra vida”. Otro dato de color: a su creador, Hanus, los concejales de Praga lo dejaron ciego para que no repitiera la obra.
A metros de la plaza está el romántico Puente de Carlos (1657) que cruza el río Moldava. Las esculturas que lo flanquean, sus músicos, dibujantes y artesanos hacen que este paseo sea mágico. Si no sentís un cosquilleo cruzando este puente consultá con un hematólogo, es probable que en lugar de sangre tengas líquido refrigerante. Algunos números: 500 metros de largo x 10 de ancho, es el puente peatonal más transitado del planeta, por año lo cruzan 5millones de personas. Por este puente no se camina, se flota y se aprecian de una de las mejores vistas de la ciudad. Sin duda, el Gran imperdible de Praga.
También resulta extremadamente placentero caminar por Mala Strana –barrio pequeño-, uno de los barrios bohemios más antiguos de Praga, donde se filmaron películas como Amadeus. Perderse aquí no es un problema, es un regalo de la vida.
2 – Historias de reyes, magos, artistas, científicos y enanos: el Gran Castillo de Praga, increíble pero real.
Otro de los imperdibles e imprescindible de Praga es la visita al Gran Castillo de Praga –el castillo más grande del mundo-. Por su castillo, jardines y patios pasaron personajes como Rodolfo II (1552), rey excéntrico que llenó el castillo de científicos, artistas, alquimistas, enanos y vividores. Apasionado por el arte tuvo la colección más importante de su época –más de 3mil obras- tenía desde pinturas y joyas hasta restos de fósiles de dinosaurios o la biblia del diablo, hoy exhibida en el Museo de Estocolmo. Su colección era tan valiosa que luego de su muerte la vendieron y con eso pudieron afrontar los gastos para terminar la Catedral de San Vito. Además de su obsesión por acumular arte Rodolfo II estaba desesperado por encontrar la manera de convertir mercurio en oro o lograr la fórmula de la eterna juventud.
Tan extravagante fue el reinado del opiómano Rodolfo II que por su castillo pasaron personajes tan disímiles como magos, estafadores que prometían la fórmula del oro, artistas y Johannes Keppler, astrónomo reconocido mundialmente.
Otro personaje ilustre fue la caprichosa María Teresa de Austria quien dejó su huella. Como no la dejaron reformar la Catedral a estilo neogótico creó su propia iglesia, la de la Santa Cruz.
“Quien paga manda, quien paga aparece” dice Dani, el excepcional guía de White Umbrella en referencia a los vitrales que hay dentro de la Catedral de San Vito, auspiciados por una aseguradora y por la Banca Eslava quien le pagó a Alfons Mucha por uno de los vitrales.
En el interior del complejo del castillo está el Callejón del Oro –calle corta que lleva su nombre por los orfebres que habitaron en sus pequeñas casas durante el siglo XVII. Un dato curioso es que entre 1916 y 1917 Franz Kafka vivió en la casa nro. 22.
En una de las entradas nos mira atentamente la estatua de Tomas Masaryk, fundador en 1918 y primer presidente de Checoslovaquia. Masaryk junto a Jan Jus, primer protestante de la historia son los personajes más importantes en los manuales escolares de República Checa.
White Umbrella ofrece un excelente y recomendable tour por el Castillo. Si tienen suerte les puede tocar Dani, un español carismático y muy bien informado que hizo del tour un paseo inolvidable.
3 – Desde la “alta” y verde Praga se pueden disfrutar las colinas de Petrin y Zizkov
Las mejores panorámicas de la ciudad se ven y disfrutan desde las colinas de Petrin y Zizkov. La más conocida es la de Petrin que tiene el funicular sin funcionar así que lleven ropa cómoda y prepárense para la subida que vale la pena.
Zizkov queda algo alejada –cerca de la estación Florence-, es la menos conocida y como perla tiene una de las estatuas ecuestres más grandes del planeta. Es altamente recomendable pasar por el supermercado, comprar unas Pilsner Urquell, relajarse y contemplar el atardecer.
4 – El placer de comer: la gastronomía checa.
Esta es una de nuestras experiencias viajeras preferidas. La comida es importante para palpar el lugar. Para ir al grano les pasamos un listado de platos típicos y lugares para ir a disfrutarlos. En el caso de cervezas la oferta es impresionante y estamos convencidos de que es la cerveza de Praga es la mejor que tomamos en nuestras vidas. Praga es sólo comparable con Berlín en cuanto a la variedad de esta bebida milenaria a la que aman, entre otras cosas por haber salvado a decenas de miles de personas en la Europa medieval cuando el agua estaba contaminada y era caldo de cultivo para las pestes.
La desilusión: el trdlo, pastel tradicional checo que consiste en un rollo de harina que se cocina a las brasas. Ni siquiera el helado de vainilla con el que estaba relleno lo salvó. Nos dejó con gusto a poco aunque sirvió para la foto de Instagram.
Les recomendamos leer nuestro post Dónde y Qué Comer en Praga.
5 – Cesky Krumlov: una escapada alucinante a kilómetros de Praga.
Los últimos imperdibles de Praga se encuentran a unas horas de distancia en bus. Detenido en el tiempo, este pueblo medieval, ubicado a 178kms al sur de Praga, es una verdadera perla que vale la pena conocer. Patrimonio de la Humanidad UNESCO desde 1992 son de esos lugares que no fallan, parece una maqueta donde todo está perfectamente pensado. Esta pintura medieval no sólo tiene el atractivo del castillo y el palacio. El combo va más allá: El lugar te lleva a deambular por sus callecitas bohemias, tomar cerveza a orillas del río Moldava y si tienen media hora de ocio absoluto ir al Museo de Cera Figurín, una suerte de Madame Tussauds checo. Allí desafían las barreras del tiempo y el espacio Rodolfo II y Mick Jagger.
Para comer salimos de los típicos platos checos y fuimos por la magnífica lasagna. ¿Dónde? En Papa’s Living Restaurant. Dirección: Latrán 13. Señoras y señores: el dato es la cervecería Eggenberg (Latrán 27). La fábrica de cerveza que data de 1630 estaba en proceso de remodelación –abril 2016-. Lo bueno fue que el bar estaba abierto y tomamos unas birras espectaculares a veinte centavos de euro la pinta, un regalo en un lugar soñado.
6 – Kutná Hora: mucho más que el Osario de Sedlec.
Alejados del bullicio turístico de la capital fuimos hasta Kutná Hora, una ciudad que fue rica gracias las minas de plata –el 40% del abastecimiento de plata de toda Europa entre los siglos XIV y XVI venía de aquí-. Este poderío económico hizo que sea la ciudad rival de Praga.
Conocida por tener la capilla de huesos –Osario de Sedlec- vigilada las 24hs del día porque la visitan grupos skin heads para hacer rituales y robar huesos. Este lugar frío y húmedo está adornado por restos de 40mil personas abatidas por la peste negra y las guerras husitas hacen este lugar único. Dani nos explicó que al momento de decorar la capilla era un honor tener huesos de familiares para tal fin. En la actualidad se realiza una misa al año, los 1ro de noviembre, y para poder participar hay que demostrar parentesco con alguna de las personas que sirvieron para la decoración del osario.
Atención que Kutná Hora no es uno de los imperdibles de Praga sólo por la capilla de huesos. También es interesante caminar por la ciudad, lo que fue la Checoslovaquia profunda, darse una vuelta por la Catedral de Santa Bárbara (1380) que con sus vitrales recuerda el pasado minero de la ciudad. De hecho Santa Bárbara es la virgen patrona de los mineros.
Aquí el dato gastronómico y quizás uno de los mejores lugares para comer de todo el viaje, por la ubicación del restaurante –a metros de la Catedral de Santa Bárbara- de estilo medieval, la esmerada atención y sus excelentes platos y precios: Pivnice Dacicky se lleva todos los premios. Dirección: Rakova 8. Menú altamente recomendado: goulash de jabalí, cerveza roja y struddel de manzana de postre.
Cómo llegar a Praga y Cesky Krumlov: Bus con Busbud.com
Para saber dónde alojarse en Praga, les recomendamos nuestro post sobre el Hostel Marabou
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Hermoso todo lo que cuentan en octubre estaré X allí y quisiera saber que moneda usan, donde cambiar y si se puede pagar todo caso débito o crédito
Gracias!
Hola Vilma! Gracias por pasar por el blog! En Rep. Checa se usa la corona. Hay muchas casas de cambio y también podes pagar con tarjeta, nosotros nos manejamos con efectivo y crédito, no con débito. Saludos y buen viaje!!!
Muy buenos datos! Gracias por compartirlos 🙂
Gracias Sergio!!!