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¿Qué hacer en Osaka en 5 días?

¿Qué hacer en Osaka en 5 días?

Osaka es caótica, casi no existen momentos de silencio, siempre hay cientos de personas en sus calles, todos amontonados donde los colores brillantes de los carteles y las pantallas extra grande parece que se te van a caer encima. Es complicado caminar por Dotonbori, su barrio estrella, esquivando gente en busca de un buen ramen, ir al Gran Castillo y quedarse en la explanada porque hay un festival alucinante, saborear unos pinchos con cerveza, deambular por Shinsekai y sentirse dentro de un animé, o simplemente darle una cachetada a la cultura japonesa e ir al Universal Studio. Te contamos cuáles son los imperdibles de Osaka, una ciudad que te devora, te vomita y así y todo terminas adorando. También te decimos los imprescindibles que quedan cerca como Hiroshima o Miyajima, que te hacen pasar del infierno al cielo.

¿Dónde dormir en Osaka?

Elegimos el Hostel Enisia Namba en Dotonbori por su ubicación y porque es uno de los hostels con mejor puntuación en Booking y Hostelworld.

En este post les contamos todo sobre el Hostel Enisia Namba.

Día 1: Descubrir Dotonbori

Menos de tres horas lleva dejar Tokio para llegar a Osaka en el tren bala nipón que flota a más de 300k/h. Osaka es la segunda ciudad más importante de Japón, después de Tokio, su capital. Al pasar primero por la abrumadora Tokio, la metrópoli más poblada del planeta, pensamos que Osaka sería más tranquila. Grave error, es tan apabullante y vertiginosa como Tokio, prueba de ello es Dotonbori, el barrio donde nos alojamos. Allí hay luces de neón por todos lados, las marquesinas de los locales de comidas salen para afuera como para atrapar y devorar a los miles de caminantes. Hay algunos carteles-objetos que se destacan, como un cangrejo robótico, un brazo gigante que prepara sushi, un pez globo gigante o la cara de un chef con cara de enojado. A eso hay que sumarle docenas de puestos callejeros donde los carteles prometen desde carne de Kobe hasta pinchos fritos de lo que sea o un simple ramen. Llegamos a la capital gastronómica de Japón, sin dudas.

La primera parada es Bikkuri Donkey, una cadena que tiene más de 300 locales desparramados por Japón. Fuimos en búsqueda de hamburguesas y terminamos con un medallón grasoso mezcla de carne de vaca y cerdo que resultó sabroso y que iba bien con el arroz de acompañamiento. A ver, no está mal solo que si van con la mente en modo occidente les va a chocar la hamburguesa de Bikkuri. Lo mejor son las frutillas de Hokkaido con crema. Se puede comer bien por 1000 yenes por persona. ¿Dónde? En 1-6-15 Dotonbori, Chuo-ku.

Enfocados en los templos y en la gastronomía de Osaka uno de los primeros objetivos es comprar unos anteojos para Ale ya que los suyos se cayeron después de perseguir a un traficante de opiáceos por las calles de Tokio. Mentira, se le cayeron en el baño del avión y el resultado fue el peor, una patilla destrozada. Ahora el dato de una buena óptica en Osaka donde pueden conseguir un par de anteojos por 50 dólares después de una serie de estudios dignos de la NASA. La óptica se llama JINS y queda en el shopping Namba Parks.

En una de las esquinas más concurridas de Dotonbory hay un dragón dorado que sale del techo de un local que tiene mesas naranjas sobre la vereda y tres personas cocinando en ollas enormes y que sirven de una manera frenética. Importante: está abierto las 24h. Se llama Kinryu Ramen y tiene, según los locales uno de los mejores y más baratos -600 yenes- ramen de la ciudad. Queda en 1-7-26 Dotonbori, Chuo-ku.  

Día 2: Gran Castillo y experiencias gastronómicas

Después de comer y descansar arrancamos el segundo día con algo más de energía. Uno de los imprescindibles es el Gran Castillo. ¿Cómo llegar al Castillo de Osaka?

En tren, desde la Estación Kansai-kukotomando -línea JR Kansai Kuko- hasta la Estación Tennoji y desde ahí la línea JR Osaka Loop hasta Osakejo Koen.

Un poco de historia. El castillo de Osaka tiene más de 400 años y fue levantado por Toyotomi Hideyoshi, pero fue destruido por un incendio en el siglo XVII y reconstruído recién en 1931. Tiene ocho pisos y cinco de estos pisos son exteriores.Cuenta con más de 4000 objetos históricos, entre documentos, reliquias y monedas. Lo mejor: la vista de la ciudad que hay desde el último piso y recorrer algo del millón de m2 que tiene el parque de Osaka que bordea al castillo donde los cerezos son las estrellas.

Está abierto todos los días de 9 a 17h, la entrada sale 600 yenes y si quieren sumarle los jardines Nishinomaru son 200 yenes más. En medio del parque probamos en un carrito unas batatas fritas espectaculares por 100 yenes.

¿Alguien dijo kushikatsu? Esos pinchos fritos son la perdición y la excusa perfecta para ir a Shinsekai, un barrio popular digno de una escena de animé, con colores puros y brillantes por todos lados, calles llenas de bares, marquesinas que parecen flotar, restaurantes y tiendas de souvenirs. Inspirado en su parte norte en París y en la sur en Coney Island de Nueva York este barrio es un imperdible si van en busca de comida rica y barata.

En el centro del barrio está la Torre Tsutenkaku, una especie de Torre Eiffel futurista de 103 metros de altura, construida en 1912. Durante la Segunda Guerra Mundial fue destruida y reconstruida en 1956. Importante: tiene un observatorio donde se ve un buen pantallazo de Osaka.

Volvamos al kushikatsu, ese manjar crujiente y dorado que se deshace en la boca. Luego de esperar unos quince minutos entramos a Yaekatsu que después nos enteramos que es uno de los más populares. Es muy loco como los japoneses comen y automáticamente se van del lugar, no existe el concepto de sobremesa cuando se trata de comer afuera. Un dato: solo pago en efectivo.

¿Dónde? 3-4-13 Ebisu Higashi, Naniwa-ku.

¿Cómo llegar al barrio? Al salir de la estación Dobutsuen-mae hay que caminar 500 metros hasta llegar a la zona de Shinsekai y Torre Tsutenkaku. Imposible perder la referencia de la torre.

Por la noche hicimos un increíble tour gastronómico de la mano de Arigato Food Tours.

En el post les contamos todos los imperidibles gastronómicos de Osaka

Día 3: Volver a sentirnos como niños en Universal Studios Osaka

Un día totalmente atípico en el viaje. ¿Universal Studios Osaka? ¿por qué no? Debemos admitir que al principio sentimos culpa de dejar por unas horas la cultura japonesa para zambullirnos de lleno en la maquinaria capitalista y atractiva de un parque de diversiones que lucra por cada paso que das. Claro que esa angustia nos duró hasta que cruzamos la puerta del Universal Studios donde te reciben con una sonrisa de oreja a oreja que hasta parece natural, la música de los altoparlantes te hipnotiza y ya estás adentro, no hay escapatoria.

En un momento nos pusimos a saltar como si tuviésemos ocho años. Así de fascinante está armada la cosa entre el mundo de Harry Potter donde es tan flashero que sentís que estás volando en una escoba embrujada, el vértigo entre edificio y edificio en el juego del hombre araña, salvarte de ser masticado por un Tiranosaurio Rex en Jurassick Park o caminar por las recreaciones de las ciudades de Nueva york o San Francisco que están al detalle. ¿Quieren una hamburguesa made in USA? Vayan al restaurante Mel’s que está ambientado al extremo, desde los autos clásicos que hay en la puerta hasta los baños, pasando por los servilleteros. Es comer una hamburguesa dentro de una película.

¿Dónde comprar las entradas para Universal Studios Osaka?

Después de intentar varias veces comprar las entradas por internet sin éxito nos enteramos que las venden en una especie de cajero automático que hay dentro de la cadena de supermercados Lawson. Obviamente, un vendedor se armó de paciencia oriental y nos dio una mano.

¿Cómo llegar a Universal Studios Osaka con el JR Pass?

Después de llegar hasta la estación de Nishikujo y cambiar ahí a la línea JR Yumesaki hasta la parada de Universal Studios Japan.

Día 4: Tomamos el tren Shinkansen para ir en el día a Hiroshima y Miyajima.

Hiroshima: el ave fénix japonés

“El sol se hizo pedazos y cayó”, diría Makiko años después, en Hiroshima. “La pintura espesa del sol me quemó los hombros. El cielo, que siempre me había parecido tan lejano, quedó sin el sostén que le daba el sol y se vino abajo casi al mismo tiempo. La luz creció tanto que salió de su cuerpo. Así que también la luz murió aquel día”, rescata Tomás Eloy Martínez, periodista argentino, de relatos que fue a buscar a Hiroshima y dejó plasmados en “Sobrevivientes de la bomba atómica”.

A las 8.15am del 6 de agosto de 1945 se detuvieron los relojes e Hiroshima se convirtió en la primera ciudad en el mundo en sufrir un ataque con una bomba atómica. Miles de personas fueron asesinadas y la ciudad fue destruida casi por completo. Los que lograron sobrevivir sufrieron daños físicos y psicológicos, algunos de los cuales sufren hasta la actualidad. 

Llegamos a la estación de tren de Hiroshima con una lluvia intensa, escenario ideal para lo que íbamos a ver y sentir un rato después tomamos el bus turístico que está incluido en el JR Pass y que tiene tres rutas. Importante: en todas las rutas se incluyen las paradas de la Cúpula de la Bomba Atómica y el Parque Conmemorativo de la Paz. Si no tienen el JR Pass un viaje sale 200 yenes para adultos y 100 para niños y el pase de un día 400 yenes para adultos y 200 para niños.  

Pararse frente a lo que fue el edificio del Pabellón de la promoción industrial de Hiroshima, que se venga a la cabeza la imagen de la nube de hongo atómico y ver su cúpula en pie es un buen ejercicio para la memoria, para no olvidar. Es que el edificio está a 160 metros de donde cayó la bomba y es imposible que no vengan esas imágenes a la cabeza.

Ya en el Museo Conmemorativo de la Paz, a metros del edificio de la cúpula, quedamos petrificados frente a un triciclo alcanzado por la onda expansiva de la bomba, el uniforme destrozado de un estudiante, unas grullas de papel intactas o las fotos de cómo quedó grabado a fuego el estampado de los kimonos en la piel de algunas mujeres. Hay una parte del museo donde hay un silencio absoluto, es donde pasan un video con testimonios de víctimas. Además, hay una colección de objetos y fotografías que muestran el antes y después de la ciudad, y la situación actual en la era nuclear y una reflexión que viene con un pedido a gritos pelados: ¡Nunca más!

La entrada al museo sale 200 yenes por persona.

¿Cómo llegar a Hiroshima desde Osaka con el JR Pass?

Desde Osaka tomamos el JR Haruka Express hasta la estación de Shin-Osaka y desde allí, el Hikari –tren bala-. El viaje tarda una hora y media.

Miyajima: la isla santuario

Quizás el nombre no suene poderoso como Tokio u Osaka, aunque en este caso es más fuerte el poder de la imagen que las palabras. En una pequeña isla ubicada en el mar de la Isla de Seto, en la costa de Japón está la puerta –torii- más deslumbrante de Japón por sus colores, su entorno natural y la paz que transmite. Así pasamos del infierno de lo que fue Hiroshima a la paz de Miyajima. ¿Cómo llegar? Tomamos la línea JR Sanyo desde la estación de Hiroshima hasta la estación de Miyamaguchi. Caminamos unos 400 metros hasta el muelle de embarque del ferri que sale cada 10 minutos y está incluido en el JR Pass, un golazo.

Que locura este lugar, un bosque de un verde intenso en medio de una isla en la que hay ciervos y monos, una torii de un naranja fuerte que parece flotar en el agua y que separa lo mundano de lo pagano con tanta suerte que como la marea estaba baja casi que llegamos a pie hasta el monumento. Un ciervo nos mira mientras intentamos las fotos perfectas con una de las tres vistas icónicas de Japón desde el año 1643.

A diez minutos de donde nos deja el ferri y a los pies del monte Misen, construido sobre el agua está el santuario de Itsukushima teñido del mismo naranja que la puerta flotante, y su espacio principal donde se apoyan sobre pilares y están conectados por pasarelas sobre el agua.   

Día 5: Castillo de Himeji

Último día en Osaka y con tanta buena suerte que caemos en el Castillo de Himeji el primer domingo de abril para el Festival Kanokai o fiesta de contemplación de los cerezos en flor. Sobre un escenario rojo con el castillo de fondo diez mujeres vestidas con kimono ejecutan sentadas el koto, un instrumento de 13 cuerdas que suena agudo, espaciado y algo monótono. Todos escuchan atentos.

Sobre el jardín mantas azules sirven para el picnic japonés, el hanami, donde corre el sake y la cerveza. Además, hay una veintena de carpas blancas donde venden sushi, cajas bento y cerveza. 

¿Cómo llegar a Himeji desde Osaka con el JR Pass?

Al salir de la estación de Himeji tomar la salida Norte donde se ve el castillo a lo lejos que está a unos 20 minutos a pie, bajando por la calle Otemae-dori. 

Después de unos pinchos en Kushikatsu Daruma 1-6-4 Dotonbori, Chuo-ku, Osaka, de noche lo mejor es despedirse de la ciudad en los bizarros bares del edificio Misono. Sennichimae, 2

2 comentarios

  1. Buenos dias desde Bogota Colombia Requero informacion para visitar lo mejor de Tokio, Kioto y Osaka en 5 dias. Conviene iniciar desde Tokio o desde Osaka. (de ahi vamos para Beijing). La fecha prevista para viajr es del 19 al 23 de MAYO de 2019. (de ahi vamos para BEIJING, donde debemos estar en las horas de la manana). Cordial saludo Diego

    1. ahivamos

      Hola Diego! Cinco días para todo me parece maratónica. Te recomiendo que en 5 días te centres en Osaka y desde allí te vas un día a Hiroshima y Miyayima, después dos días a Kioto.

      Saludos!

Comentarios cerrados.